domingo, 12 de abril de 2009

Politica y Televisión

Veía el programa Debate Libre hoy en la mañana y me sorprendió cuando uno de los moderadores (Guillermo Antonio Adames) se indignaba, con razón debo aclarar, por el bajo nivel de la campaña de medios de la actual contienda electoral.

El moderador se preguntaba por qué las campañas habían preferido hacer campaña "sucia" en vez de campaña de propuesta, y le preguntaba a uno de los invitados (Erasmo Pinilla, Magistrado Presidente del Tribunal Electoral) qué papel tomaría el TE para frenar esta tan indignante conducta de parte de los partidos políticos. El magistrado falló en contestar la pregunta, a mi parecer se fué por las ramas y nunca concluyó.

Me tomo con estas breves lineas la molestia de contestarle parte de la pregunta (ya que la parte de las acciones del TE quedan fuera de mi alcance), y resignándome de antemano a que nunca leerá mi articulo... o si?

La razón mi estimado periodista por la cual las campañas políticas han preferido tomar el camino sucio de constante critica destructiva, es la misma razón por la cual las televisoras de la nación tienen las programaciones que tienen, y la misma razón por la cual los noticieros (escritos y televisados) presentan casi exclusivamente noticias rojas y negativas.

PEREZA! mi estimado periodista, ésa es la razón! Este grupo de profesionales del marketing que conforman las campañas políticas han preferido apelar a los sentidos más básicos de los individuos en vez de tratar de atraer su intelecto. Claro... Si tienes un conjunto de personas que ni siquiera se interesan en informarse, y quienes prefieren todo masticadito, entonces mejor le das papilla de bebé para la mente! Los profesionales de la publicidad se han dado cuenta que el trabajo más fácil de realizar para ellos es también el más lucrativo para sus clientes. Es un hecho que le puedes llegar a más personas con un mensaje negativo que con uno positivo (o al menos eso parece).

Si no fuera así, los noticieros de nuestra nación presentarían más buenas noticias (o siquiera regulares) en vez de presentar un país de porquería el 80% de su espacio informativo; las televisoras presentarían programas más inteligentes en vez de novelas idiotizantes (sin visa directo desde venezuela, colombia y mexico) a toda hora y las campañas políticas se enfocarían en propuestas en vez de repetir una vez tras otra la poesía de negativismo que ya todos nos sabemos de memoria hoy.

Así que no entiendo de qué se sorprende mi estimado periodista, la política en nuestro país (como arte de persuasión de las masas) se basa en la ley del menor esfuerzo. Que es más fácil? sentarte a armar una propuesta inteligente que levante el interés del ciudadano promedio o apelar a los sentidos más viscerales del electorado?

Si alguien lo conoce, le responde su interrogante de mi parte. Yo mientras sigo en lo que sigo.

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